“Si no lo entiendes sin que te lo explique, quiere decir que no lo entenderás por más que te lo explique», le dijo a Tengo su padre la primera vez que lo visitó en el asilo en “1Q84” de Haruki Murakami.
Esta frase es algo de lo poco que he podido rescatar de los dos primero libros de esa novela. No es precisamente que me dedique a leer libros para rescatar frases, sino que en verdad esa frase es algo de lo poco que yo puedo rescatar de ese libro.
En fin, el punto no son las novelas de Murakami, el punto es que efectivamente, la mayoría de las veces, cuando tienes que explicarle algo a alguien, lo más probable es que no lo entienda por más que se lo expliques.
Rescato la frase, porque es algo que me parece una verdad total y comprobada.
Ahí están, por ejemplo, las infinitas veces que te tuvieron que explicar como encontrar las derivadas y es más a la fecha ya ni sabes qué es eso. Y cuando llevas esto a cosas en verdad más complejas dónde no hay fórmulas como en la filosofía, la historia, la literatura, el arte o cualquier otra ciencia o disciplina social o humanística la cosa se pone peor.
Por ejemplo, si leíste “Esperando a Godot” de Samuel Beker y no entendiste de que se trata, por más que te los expliquen no lo vas a entender. Si has escuchado el Bolero de Ravel y no has entendido porqué causó tanto revuelo en su época, no lo vas a entender por más que te lo expliquen. Si cada vez que ves “El Enigma del deseo” de Salvador Dalí nada más ves una piedra con hoyos, por más que te lo expliquen no vas a entender.
Y es que puedes leer infinidad de análisis e interpretaciones y pos más que te digan de qué va el asunto, si no lo entiendes, por más que te lo expliquen, volverás a leer, a escucha o a ver y no vas a entender de dónde sacan los demás esas explicaciones.
Si llevamos esto a cuestiones más terrenales, dónde no hay simbolismos ocultos o la suposición de que los haya, la situación empeora aún más.
Por más que alguien te explique por qué está mal tirar basura en la calle, pasarse el alto, estacionarse en las rampas para minusválidos, no esterilizar a tus mascotas, no ser tranza, no cumplir con tus obligaciones cívicas o no hacer valer tus derechos, si tú solo no lo entiendes, no lo vas a entender por más que te expliquen y vas a seguir haciéndolo o no haciéndolo.
Desconozco qué es lo que nos produce ese desentendimiento, no se si se deba a cuestiones químicas, bilógicas o sociales, el punto es que si no entendiste, lo más probable es que después sigas sin entender.
Ahora, esto no quiere decir que la impresión de no entender, signifique que en realidad no entiendes. Hay ocasiones en las que pareciera que no entiendes, pero en realidad sí entiendes. La mayoría de las veces pensamos que entendemos, pero en realidad no entendemos, nos gusta creer que entendemos, se siente bien saber que uno entiende. No es nada grato ir por la vida sabiendo que uno no entiende, así que mejor pretendemos entender y en la mayoría de los casos nos hacemos creer a nosotros mismos que sí entendemos.
Hace unos días Dario, le voy a poner así en honor a Daria, me dijo “Olvídalo, no entiendes”.
Por más de un año escuché de Dario sus problemas y los conflictos emocionales que le causaba su relación con Jane. Básicamente Dario no confiaba en ella, siempre creía que ella le mentía o lo engañaba. No se si sus sospechas tenían fundamento o no. El punto es que fueron meses de una relación tormentosa. Era la misma época en cuando mi relación con Lord V. era una tormenta, por razones parecidas, pero circunstancias parecidas.
A Dario no le gustaba que Jane tomara y al parecer a veces Jane salí con sus amigas y tomaba y eso claro par Dario era algo terrible. Jane a veces le decía que iba con sus amigas a tomar un café y en realidad Jane estaba en un antro baile y baile y esas eran las cosas que a Dario le hacían la vida miserable.
Por otra parte, Lord V. hacía cosas parecidas, sin embargo a mi no me importaba si tomaba, fumaba o se iba al antro, lo que a mi me hacía la vida miserable era que me dejara esperando.
Durante meses le dije a Dario que para mi la mejor solución a sus problemas era terminar la relación, por al final ¿qué clase de relación se puede tener si uno no confía en su pareja? Ese tipo de relaciones están destinadas al fracaso en dos semanas, seis meses o 10 años, pero eventualmente va a fracasar.
Yo por mi parte resolví mi problema con un amante del cual Lord V. tenía total conocimiento, la relación mejoró y la participación del amante, después de un tiempo se volvió imprescindible.
Mi relación con Lord V. también estaba, está destinada al fracaso y por eso ha terminado y recomenzado más de dos veces.
Dario también, eventualmente terminó su relación con Jane. Hace unos días me dijo “Ayer hable con Jane” y le dije “uhhh Jane es como tu Lord V.”
-No, es diferente, Jane a mi me llenaba
-A mi Lord V. también me llena
-Pero tú salías con otro cuando estabas con él, yo nunca hice eso
-Ese no es el punto, aunque tú no salieras con otra, aunque según tú Jane te llenara, la verdad es que nunca confiaste en ella, siempre dudaste de ella. Yo nunca dudé de Lord V.
-No es lo mismo. Olvídalo, no vas a entender ella me llenaba.
No dije nada más porque sí entiendo, él parte de la idea que de estar sólo con una persona es porque esa persona te llena, pero lo que él no entiende es que alguien de quien desconfías en todo momento no te puede llenar. Puedes escoger estar en ese vacío, pero eso no quiere decir que estés lleno y por más que se lo explicara no lo iba a entender.
Semanas después, Dario me dijo
-no entiendo cuál es tu problema con la foto de la Gaviota en eso del concierto de la sinfónica.
-¿No te dice nada la foto?
-Pues la gente sólo le está aplaudiendo y ella lo agradece
Pensé: “Si no lo entiendes sin que te lo explique, quiere decir que no lo entenderás por más que te lo explique». FIN
jajajaja, muy bueno….
Me gustaMe gusta