Cuando el fascismo no se esconde

Mi vida se detuvo completamente cuatro días, desde que el Senado empezó a discutir el dictamen de la Reforma Energética he seguido el debate puntualmente. Hoy tengo infinidad de cosas por hacer, pendientes más todo lo que se me acumuló en estos cuatro días. Hoy tenía pensado dedicar mi día a resolver lo que tuve que aplazar estos días, pero no pude, no puedo fingir que en México no está pasando nada.

Durante cuatro días escuché a las izquierdas llamar vender patrias a los del PAN y PRI, escuché a los del PAN recriminarle al PRD la aprobación de la Reforma Hacendaria y descaradamente decirles que ahora los están castigando por eso con la aprobación de la Reforma Energética. La verdad es que todos esos son igual de traidores y vende patrias.

Pero lo que está pasando con la Reforma Energética no es lo más grave (ya se los había dicho, Pemex no lo es todo en este país, aunque el Peje se la pase diciendo eso). Ayer también se discutió en la Cámara de diputados una Ley Anti Protesta, la cual limita las protestas de 11:00am a 6:00pm, antes de hacerla, hay que pedir permiso 48 horas antes y lo más importante prohíbe protestar por las decisiones tomadas por los gobiernos estatales y federal, o sea NADA CONTRA EL ESTADO. También esa ley permite que te detengan si nuestra bien capacitada y policía con criterio considera que estás protestando, o sea NADA FUERA DEL ESTADO.

Los que están más o menos enterados de la ley, la llama absurda, autoritaria, inaceptable y cosas por el estilo, no señores, que no les de miedo, califíquenla con la palabra correcta: esa es una ley fascista.

Los diputados ayer también aprobaron en lo general (hasta donde me quedé) una Ley de Consulta Popular, en la que prácticamente le quitan al ciudadano su derecho de pedir una consulta, porque ahora resulta que solo se puede pedir una consulta cada 3 años, que un ciudadano no puede firmar la petición de consulta más de una vez y hasta la Corte tiene antes que dictaminar si es constitucional o no esa consulta.

Nos han dejado desarmados como ciudadanos. Tenemos meses explicándoles lo que está pasando en México, les pidió que salieran a las calles, se les pidió que levantaran su voz, se les pidió que se organizaran, se les pidió que asumiera su responsabilidad ciudadana, hasta se les pidieron firmas, solo se entregaron 1.6 millones de firmas pidiendo la consulta popular, a ver ¿dónde están los millones que votaron por el Peje? ¿dónde están sus firmas pidiendo una consulta popular para decidir la Reforma Energética? ¿Dónde? Y todo esto se los pidieron líderes de partidos políticos, intelectuales, artistas, periodistas, ciudadanos, su vecino, sus familiares, los maestros, los trabajadores y ustedes ¿qué hicieron? NADA.

No solo no movieron un dedo, se dedicaron a llamarnos hambriados, nacos, revoltosos, vándalos, pederos, delincuentes. Nos gritaron que no nos quejáramos, que nos pusiéramos a trabajar, se quejaron de las marchas, nos mentaron la madre. Y ahora estarán felices y complacidos con esta ley y sin ningún pudor mostraran al pequeño fascista que llevan dentro.

Los que se tomaron la molestia de ver el Canal de Congreso, debieron de haber escuchado al senador Raúl Garcia del PAN, cuando se pedía un receso el lunes y mientras presidía la discusión aún con el micrófono abierto dio “mientras, en el receso votemos la Ley Anti Marchas”. Así con ese cinismo. Ahora resulta que vivimos en el 2013, pero con leyes de 1960.

Pues ¿saben qué? Ahora sí, todo lo que le tenían miedo de que pasara va a pasar, porque ahora que el ciudadanos ha quedado completamente indefenso el único camino que nos están dejando es la insurrección social (o el exilio), déjense de tonterías de desobediencia civil pacífica, porque ahora hasta marchar es un delito. Ahora sí, si no estaban despiertos, si no habían entendido lo que pasaba en México lo van a entender y desafortunadamente de la peor manera.

Y la culpa no es solo del PRI, PAN y PRD, la culpa es de nosotros también, la culpa es nuestra por no fajarnos los pantalones y de una vez por todas arreglar este país. Mientra no entendemos que sí, que los diputados y senadores efectivamente nos representan, pero para representarnos tiene que escuchar nuestra voz y están obligados a hacer lo que nuestra voz demanda no lo que se les pega la gana, no se va a arreglar nada aquí.

Mientras dejemos que nuestros diputados aprueben una ley que les permite reelegirse por 4 periodos consecutivos pero nos niegan con todo el cinismo del mundo el derecho a la Consulta Popular, aquí no va a cambiar nada y las cosas se van a poner peor, ya lo vimos: lo pero hace un año era EPN comprando la presidencia, hoy lo peor es que nos han quitado el derecho a protestar, mañana tal vez lo peor sea no tener derecho a votar.

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