El fin de semana escribí sobre Egipto y nadie me peló. Hoy varias personas me han pedido mi opinión sobre la deposición de Mohamed Mursi (todavía no lo voy a llamar golpe de estado).
Mi opinión es muy simple: apoyo al pueblo egipcio. Lo apoyo porque ellos son libres de elegir y hacer lo que mejor consideran para su país. No pienso estacionarme en análisis políticos vacíos que hablan del papel de Estados Unidos y a quién o a qué grupos beneficia o perjudica políticamente lo que sucedió, porque al final siempre esos análisis siempre están muy lejos de la percepción que tiene la gente sobre la realidad que vive.
Por otro lado, entender lo que hoy pasó tampoco es tan complicado si uno está familiarizado con lo que ha sucedido en Egipto después de su “revolución”.
Mursi llegó hace un año al poder después de una elecciones que duraron casi dos meses, con 12 candidatos. Muchos candidatos pero pocas opciones. Los de izquierda, seculares y progresistas no supieron unir fuerzas y compitieron cada quien por su lado. Dejando únicamente como candidatos fuertes a Mursi de la Hermandad Musulmana y a Ahmed Shafik, general en tiempos de Husni Mubarak. Evidentemente Shafik no era la mejor opción para el pueblo egipcio que hacía unos 15 meses había derrocado a Mubarak, no iban a votar por alguien que representara y que hubiera sido parte de ese régimen, Sin embargo, Shakif llegó a la segunda vuelta. Mursi ganó en la segunda vuelta con el 51.7% de los votos con una participación del 52%. (Pff los egipcios hacen una “revolución” y contrabajos un poco más de la mitad sale a votar). Así que haciendo números Morsí ganó con la aprobación de un cuarto de los votantes, otro cuarto votó por Shakif y a la otra mitad le dio lo mismo cualquiera de los dos. En tercer lugar había quedado Hamdeen Sabahi del “Partido de la Dignidad” de ideología izquierdista.
En la Asamblea la Hermandad Musulmana se llevó el 37% de los sitios, los salafistas (ortodoxia islámica) el 27% (con esto ya tenían mayoría los grupos islamistas), los liberales divididos en 3 partidos se llevaron el 20%, los musulmanes moderados el 3.7% y la izquierda el 2.8%. El resto quedó dividido entre 9 partidos.
Así que básicamente los egipcios derrocaron una dictadura y votaron a favor de un gobierno musulmán. Los primeros inconformes serían los coptos, que son la minoría más numerosa en el país y con más fuerza.
El 30 de junio de 2012 Morsi asume la presidencia y lo primero (y único bien) que hizo fue retirar, en Agosto, a los principales oficiales del ejercito de la época de Mubarak. Después de eso se dedicó a cometer errores tras errores.
En noviembre de ese año, unilateralmente se da otorga más poderes a sí mismo, aparte de hacerse que sus decisiones sean inmunes al control judicial. Prohibe que los tribunales puedan disolver la Asamblea y la Cámara del Parlamento. #FAIL tenían meses de quitar un dictador y eligieron a esta joyita. Obviamente las protestas duraron días, porque como si no fuera poco, días antes los miembros de los partidos liberales y representantes de las iglesias se habían retirado de la asamblea que redactaba la nueva Constitución porque Mursi quería hacerla con tintes islámicos. (Y apenas llevamos 4 meses).
A principios de diciembre los egipcios salen a las calles para pedir la cancelación del referéndum que aprobaría la Constitución redactada a place y capricho de la Hermandad Musulmana. Por lo menos 10 personas murieron.
Días después de la protesta finalmente la Constitución es aprobada en un referéndum con 63.8% de los votos pero una participación del 32.8%
Para finales del 2012 sus reservas habían pasado de 36 mil millones de dólares a 15 mil millones de dólares.
En enero de 2013 siguen las protestas contra Morsi. Celebran el segundo aniversario de la caída de Mubarak pero también piden la salida de Morsi. Las protestas se extienden hasta marzo (no vayan a pensar que apenas hace 4 días salieron a protestar).
Para poner las cosas aún mejor, en abril un grupo de loquitos musulmanes ataca la catedral de la iglesia Copta.
Para mayo Mursi le había acumulado a Egipto una deuda de 11 mil millones de dólares y estaba pidiendo otro prestamos de 4.8 mil millones al Fondo Monetario Internacional, aparte de que planeaba quitarle el subsidio a los combustibles y los alimentos. La libra egipcia estaba devaluada 20%.
Así que para el 30 de junio de 2013, a un año de haber asumido la presidencia, Morsi tenía una Constitución musulmana en un país con minorías cristianas bastante representativas. Una Constitución que no garantizaba la libertad de culto, no protegía a las mujeres y básicamente anteponía la sharia (jurisprudencia islámica) ante todo. La violación a los Derechos Humanos ha aumentado. El turismo no solo no ha repuntado está en picada. El desempleo aumenta. La frontera con Gaza no se ha abierto. Hay escasez de combustible y corte de luz. Los inversionistas abandonan masivamente el país. Decidió apoyar a los rebeldes sirios. ¿Les sorprende que hayan decidido deponer a Morsi?
Ya se que se están preguntando y preocupando por el papel del Ejercito en todo este. La realidad es que sin el ejercito esto hubiera tomado más tiempo y cobrado aún más vida de las que ya se cobraron y se van a cobrar. El pueblo egipcio salió a protestar contra Morsi a los 4 meses de haber asumido su cargo. Hello! Y no han dejado de protestar.
En Agosto de 2011 llegué a un Egipto dónde no estaban claras la leyes, ni siquiera las más básicas, llegué a un Egipto sin Constitución y gobernado por un gobierno militar de facto.
La Plaza Tahrir en El Cairo, aún era custodiada por militares y policías, policías armados con palos de escoba. Los jefes militares pasaban todo el día sentados en sillas de plástico frente a la plaza Tahrir tomando té y platicando al tiempo que con su sola presencia aseguraban el orden.
Infinidad de veces les pregunté a los egipcios qué los había hecho salir a las calles y tumbar a Mubarak. En general la mayoría alegaba que su situación era insostenible, que estaban cansados de la corrupción a todos los niveles, pero originada en el gobierno, estaban cansados de los bajos salarios y se sentían asfixiados.
Muchos me dijeron que habían salido a protestar porque no tenían nada mejor que hacer, tampoco tenían mucho que perder.
(Claro también entró el factor del futbol y la rivalidad entre Egipto y Túnez en esa área. Fue una nota que dejé a medio escribir hace 2 años y ahora es too late para eso. Pero ahí les dejo el dato.)
Al día de hoy no he hablado con ningún egipcio sobre lo sucedido con Mursi, la mayoría de mis contactos y amigos ya no están en Egipto, decidieron ir al Golfo Árabe, Estados Unidos, Europa y hasta a Malí (no es broma). Los que se quedaron fueron los que no pudieron salir o son fervientes seguidores de la Hermandad Musulmana. Pero, si hoy estuviera en Egipto y les hiciera la misma pregunta, estoy segura de que obtendría la misma respuesta. Tal vez ya no escucharía nada referente a rivalidades futbolísticas, pero en esencia escucharía “era insostenible”.