Entonces resulta que por todas las redes sociales circula la foto del presidente de Bolivia, Evo Morales regalándole la noche del miércoles al papa Francisco un crucifijo sobre la hoz y el martillo, y todos se ríen y se burlan, porque encima en la foto que circula Francisco tiene cara de confusión, pero en esta vida todo tiene una explicación.

Evo Morales obsequiando el crucifijo al papa Francisco

A penas el jueves por la mañana el Ministerio de Comunicaciones sale a dar una explicación en la radio local que no es suficiente y que parece no haber llegado a todos los medios de comunicación internacionales que siguen confundidos con el significado de ese regalo, que seamos sinceros, es bastante desconcertante.

Ese crucifijo es una réplica de uno hecho por Luís Espinal, quien fue un jesuita español torturado y asesinado de 12 tiros en Bolivia en 1980 por paramilitares. Tengo entendido que el original se encontraba en el despacho de Espinal.

Espinal fue poeta, cineasta (a saber hizo 4 películas), también incursionó en la TV y fue periodista, pero sobre todo apoyo los movimientos obreros contra la dictadura, especialmente las huelgas de los mineros, lo que evidentemente le ganó enemistad con el gobierno, perdón, la dictadura de Luis García.

Francisco en varias ocasiones ha rendido homenaje a sacerdotes que se han caracterizado por estar del lado de los más desfavorecidos y en su visita a Bolivia, le rindió homenaje a Espinal, horas después de ese homenaje es que Evo le regala ese crucifijo.

No es un error, ni es ignorancia, ni es un mensaje oculto, ni un insulto, ni ninguna de esas teorías que han aparecido. Es más bien un regalo con un profundo significado. Según Xavier Albó, sacerdote y amigo de Espinal, ese crucifijo significa la urgencia del diálogo cristiano marxista con los campesinos y obreros de Bolivia.

Con menos confusión y más sonriente

La foto que circula con la cara de consternación de Francisco, es sin duda desafortunada, porque evidentemente el papa sabía y entendía lo que ese regalo significaba. Acá hay otro ángulo.

En fin, que esto de la confusión ha sido un problema de comunicación, hay quienes alegan que hay 90 periodistas viajando con el papa y tienen toda la información, sin embargo, la Ministra de Comunicación tuvo que salir a dar una explicación a los medios locales, porque evidentemente nadie sabía de qué se trataba ese regalo o qué significaba.

También hay quien alega que la prensa mainstream está decidida a echarle mierda a todo lo que venga de Bolivia y por eso no aclaran de qué va todo esto del crucifijo en la hoz y el martillo, pero mientras es una o la otra la realidad es que todo es un problema de comunicación, en el cual la prensa asume que es un error (ignorancia) o una extravagancia y no pregunta “¿por qué?” y el otro lado que asume que todos saben qué es y si no lo dicen es porque así les conviene.